miércoles, 12 de julio de 2017

Todo


Por Javier Leyva

Hay una cierta cuestión con la que lidiamos eventualmente; se podría decir que es la pregunta de preguntas y su respuesta las responde todas. Cualquier persona con la mínima capacidad de pensamiento abstracto podría formularla; precisamente en eso reside su belleza, en el irónico contraste entre la pregunta más simple con la respuesta imposible; filósofos, científicos y profetas de la máxima jerarquía han fallado en responderla, por lo que no presumiré que yo puedo hacerlo. No aún.

¿Por qué estamos aquí?

Cualquier respuesta es correcta si satisface la necesidad de justificación existencial de un determinado sujeto, sin embargo, aspiramos al consenso general, y sobre todo a la irrefutabilidad, por lo que debemos rechazar el subjetivismo.

Esta misma tarde he dado un paso considerable hacia la respuesta; sería equivalente a colocar el primer grano de arena en una playa imaginaria. Si esta playa fuera tan grande como el universo mismo. Sé que parece una afirmación extremadamente arriesgada, pero escúchame bien.

Lo primordial es entender que la respuesta reside en el todo. Todo lo que existe, ha existido o existirá, que viene siendo lo mismo en concordancia con la ley de la conservación de la materia. Todo sigue siendo todo.

Ahora pensemos en Dios. Pero no en lo que significa, sino en lo que es. Dios creó el universo. Se podría decir que el universo es la expresión de Dios. Le da dimensión, por lo tanto podemos medir a Dios, que es todo lo que es. La premisa de que ser Dios, ser el universo y ser absoluto nos daría la ansiada respuesta parece sumamente razonable, por lo que me adhiero a esa postura.

Pero ¿Es posible llegar a ser Dios? Afirmo que sí.

Aquí es donde la cosa se pone interesante. El experimento de hoy. El resultado no fue el esperado, diría que fue un golpe de suerte, pero dada la potencialidad del resultado, no hay pesadumbre en admitirlo.

La mente es la llave. Es la maquina más afinada y precisa, y como colectividad hemos trabajado en conjunto por años para entenderla, potenciarla y dominarla. Eso me llevó a pensar. Y a pensar en que otros piensan. Había una persona frente a mí y otra persona frente a mí y su experimento era simple: el segundo leería la mente del primero a través de la manipulación eléctrica; los cálculos fueron realizados y los aparatos enchufados, por lo que se procedió con presteza. De antemano sabíamos que un pensamiento no se puede “leer” en el sentido literal de la palabra; ni siquiera se podría ver como se ve una película. Un pensamiento sólo se podría pensar y para eso se preparó el experimento. Y funcionó.

El segundo sujeto pensó lo que el primero, y también en sentido contrario. El empalme fue absoluto. Dos mentes incorporadas. No. Una sola mente.

Y heme aquí. Con un poder que apenas estoy empezando a sopesar. Hoy celebraré, pero mañana a trabajar. Mañana comienza la expansión que es a la vez contracción. Puede ser que la idea cause cierto grado de aprehensión, pero te garantizo que no tienes nada que temer. Será mucho más fácil mostrártelo que explicártelo. Un paso a la vez. Hoy se obtuvo la inmortalidad y el mañana nos dará la omnipotencia. Y nos la dará a todos los seres, las cosas y las fuerzas. Seremos el universo. Seremos Dios.


jueves, 6 de julio de 2017

Lenore - Edgar Allan Poe (1843)


¡Ah, Rota está la copa dorada! ¡El espíritu voló por siempre!
¡Dejen tocar la campana!, -Un alma santa flota sobre el río Estirge-
Y, Guy De Vere, ¿no tienes lágrimas? -Llora ahora o nunca más.
¡Mira! ¡sobre tu rígido y lúgubre ataúd yace tu amor, Lenore!
¡Ven! ¡Deja que el rito del sepelio sea leído - que la canción del funeral sea cantada!
Un himno para la más majestuosa muerta que haya muerto tan joven-
Un canto fúnebre por ella, la doblemente muerta en que murió tan joven.

¡Malditos! Ustedes la amaban por su riqueza y la odiaban por su orgullo,
Y cuando cayó en una salud débil, la bendijeron - ¡que muriera!
Entonces, ¿Cómo será leído el ritual? -El réquiem ¿cómo será cantado?
Por ustedes -por los suyos, el ojo malvado, -por los suyos, la lengua calumniosa
¿Eso le hizo hasta morir a la inocente que murió, y murió tan joven?

Peccavimus; ¡pero no deliren así! y dejen una canción del Sabbath
¡Asciende a Dios tan solemnemente la muerte no puede sentirse mal!
La dulce Lenore se ha "ido antes," con la Esperanza, que voló a su lado,
Dejando tres salvajes por la querida niña que debe haber sido tu novia-
Por ella, lo justo y elegante, que ahora muere lentamente,
La vida sobre su cabello rubio pero no entre sus ojos -
La vida aun ahí, sobre su cabello - la muerte sobre sus ojos.

¡Aléjense!, esta noche mi corazón es luz. Ningún canto fúnebre levantaré,
Pero al ángel llevaré sobre su vuelo con un elogio de los viejos días.
¡No dejen ninguna campana tocarse! - Por temor a que su dulce alma, encuentre su gozo santificado,
Deben atrapar la nota, mientras se eleva desde la maldita Tierra.
A los amigos arriba, desde los demonios debajo, el fantasma indignado está desecho -
Desde el infierno hasta un alto terreno lejos arriba entre el Cielo -
Desde el sufrimiento y el gemido a un trono dorado a lado del Rey de los Cielos.


Ah, broken is the golden bowl! the spirit flown forever!
Let the bell toll! -a saintly soul floats on the Stygian river -
And, Guy De Vere, hast thou no tear? -weep now or never more!
See! on yon drear and rigid bier low lies thy love, Lenore!
Come! let the burial rite be read -the funeral song be sung! -
An anthem for the queenliest dead that ever died so young -
A dirge for her, the doubly dead in that she died so young.

"Wretches! ye loved her for her wealth and hated her for her pride,
And when she fell in feeble health, ye blessed her -that she died!
How shall the ritual, then, be read? -the requiem how be sung
By you -by yours, the evil eye, -by yours, the slanderous tongue
That did to death the innocence that died, and died so young?"

Peccavimus; but rave not thus! and let a Sabbath song
Go up to God so solemnly the dead may feel no wrong!
The sweet Lenore hath "gone before," with Hope, that flew beside,
Leaving thee wild for the dear child that should have been thy bride -
For her, the fair and debonnaire, that now so lowly lies,
The life upon her yellow hair but not within her eyes -
The life still there, upon her hair -the death upon her eyes.

Avaunt! tonight my heart is light. No dirge will I upraise,
But waft the angel on her flight with a paean of old days!
Let no bell toll! -lest her sweet soul, amid its hallowed mirth,
Should catch the note, as it doth float up from the damned Earth.
To friends above, from fiends below, the indignant ghost is riven -
From Hell unto a high estate far up within the Heaven -
From grief and groan to a golden throne beside the King of Heaven."