jueves, 15 de octubre de 2015

Los Reyes Malditos

Por Rafael Q. Reynoso

“Malditos, todos malditos hasta la decimotercera generación", así sentenció Jacobo de Molay, el último gran maestre de los templarios, al monarca Felipe IV de Francia "El Hermoso"; con esa frase prácticamente dio inicio a la gran saga escrita por Maurice Duron en donde detalla claramente la decadencia de Francia y el inicio de la guerra de los 100 años.

Esta saga histórica compuesta por siete volúmenes nos cuenta detalladamente el desarrollo de este lapso de la historia de la Francia medieval, donde la intriga, el suspenso, la política y la pasión jugaron un papel crucial.

La parte magnífica de la ficción en esta novela histórica es la inclusión de un joven llamado Guccio Baglioni, el cual vive sus aventuras a la par de relacionarse con ese inmenso enjambre de emblemáticas figuras de la realeza de diferentes lugares de Europa.

Si te interesa saber cómo empezó la guerra de los 100 años, por qué desaparecieron los templarios, qué papel jugaban los banqueros lombardos en la Europa medieval, cómo fue el proceso para que la Santa sede se trasladará de Roma a Aviñón, entonces esta gran saga no te la puedes perder; por algo el afamado escritor George R.R. Martin la tuvo como punto de referencia para escribir su grandiosa obra "Canción de Hielo y Fuego", que posteriormente sería trasladada a la pantalla chica en Juego de Tronos.

En su momento, Los Reyes Malditos fue llevado a la televisión pero sin mucho éxito; sin embargo, en la actualidad nadie ha considerado hacer una serie de esta magnífica saga que tiene mucho contenido.

miércoles, 14 de octubre de 2015

El Castillo Ambulante (1986) vs El increíble Castillo Vagabundo (2004)

Por Patricia Munguía

Existen infinidad de obras literarias adaptadas a la gran pantalla, no obstante, pocas han logrado igualar la riqueza narrativa que ofrece la escritura, ese maravilloso arte donde la palabra se convierte en el cincel con el cual el escultor de historias da forma a espeluznantes, fantásticas, románticas o trágicas aventuras. Y aunque la comparación pudiera resultar un tanto desequilibrada debido a la diferencia de recursos estilísticos y narrativos con los que cada medio cuenta, en esencia, la mayoría de las veces, las películas no logran
superar el esplendor del libro o en el mejor de los casos simplemente son una fiel copia de la historia elegida; sin embargo, al hablar de El Castillo Ambulante el resultado es un deleite de imaginación e ingenio del que el director Hayao Miyazaki supo rescatar los mejores elementos de la novela de Diana Wynne Jones (Howl's moving castle) y en su interpretación no sólo conserva la esencia de la creación de la escritora londinense sino que le confiere un poco más de ternura y calidez a cada personaje por ella concebido.

Esta aventura inicia cuando una joven llamada Sophie Hatter, quien es decoradora de sombreros, es hechizada por una temible bruja que la convierte en una anciana de noventa años. Sophie no puede hablar del maleficio, por lo tanto le es imposible pedir ayuda, y aunque insatisfecha con su vida, la preocupación de permanecer como una frágil viejita la impulsan a ir en busca de otro Mago con mala reputación de nombre Howl, dueño de un castillo ambulante y del que se dice sobrevive comiendo corazones de doncellas, sin embargo, Sophie descubrirá que no todo es lo que parece y que tiene mucha más fortaleza y determinación de lo que imagina.

En la versión de Miyazaki algunos personajes se vuelven uno solo y otros desaparecen, así que encontraremos gratas sorpresas a lo largo de la lectura además de una descripción más detallada y rica acerca de la vida y personalidad de Sophie y su familia. Ambas narraciones conmueven y cautivan de inmediato además de que se complementan perfectamente pues los detalles que no se logran ver en el filme los hallas en el libro y viceversa.

martes, 13 de octubre de 2015

La Despedida

Milan Kundera
(1972)

Por Karina López Correa

En un balneario de reposo habitado por mujeres que anhelan la fertilidad y hombres que desean fortalecer sus corazones, ocho almas, ocho mentes, ocho voces convergen sin que ninguna resuene más que otra. A través de sus personajes, Kundera esboza diversas posturas ideológicas que se afirman así mismas o se contradicen; la particular manera en que cada personaje entiende el mundo tiene cabida en esta novela.

Son muchos los tópicos que se tratan en La Despedida: la infidelidad, el amor, la monogamia, los celos, el aborto, el suicidio, el asesinato, el derecho a la vida, la religión, la política, el comunismo. Un universo donde todos son víctimas y victimarios a la vez, donde nadie es mejor, ni peor.

Si tuviese que elegir una sola palabra que describiese la obra escogería: pluralidad. En un pequeño poblado checoslovaco confluyen varios mundos; cada personaje es provisto de un peculiar punto de vista, de juicios y prejuicios, de un matiz de credo y una conciencia propia, y quizá se puede pensar que así son todos los personajes de toda la literatura, sin embargo, lo interesante de esta novela radica no en la multiplicidad de voces que expresan un sentir, sino en la prodigiosa forma en que lo expresan; es difícil que el lector llegue a ser objetivo y tome partida por algún personaje. No existen protagonistas. El ser humano aparece tal cual es, una mezcla de vicios y bondad, donde a unos les tocó más de esto que de aquello, sin que ninguna combinación resulte superior, ni privilegiada. Cada personaje representa una posición ideológica independiente y contradictoria, que no se impone ante ninguna. No es una historia de buenos, ni malos, ni peores, esto hace partícipe al lector ansioso de tomar una postura. No se puede ser objetivo ante la
presencia de la otredad, en una novela polifónica, cada conciencia, cada voz, debe ser abrazada.

lunes, 12 de octubre de 2015

El Diosero

Francisco Rojas González (1952)

Por Mauricio Leyva

Colección de 12 historias cortas acerca del mundo indígena mexicano, El Diosero, escrito por el antropólogo Francisco Rojas González, es un extraño y provocativo acercamiento a la realidad indígena de mediados del siglo XX. Con narraciones breves y precisas, Rojas González nos sumerge en situaciones a veces humorísticas –La Tona- y otras tantas tristes –Las vacas de Quiviquinta- con personajes tan pintorescos que causan toda una serie de emociones.

En el libro se retrata la vida indígena en varias de sus facetas: la ignorancia en que viven, su extrema fe en santos y creencias, lo cerrado de su mundo, el amor que prodigan a los suyos, sus extrañas y arraigadas costumbres, su salvajismo a veces casi irracional, su ternura infantil, su pobreza inhumana, la exclusión que hace de ellos el mundo moderno, el abuso por parte de la sociedad hacia todos ellos, en fin, toda la peculiaridad que hace de los indígenas, sus hábitos y costumbres algo casi mágico en este país cada vez más urbanizado y peleado con su pasado.

El Diosero está hecho con un tono muy ameno que invita al lector a perderse en sus páginas, el estilo es muy liviano y aunque incluye regionalismos y barbarismos son muy fáciles de entender gracias al contexto del relato. González Rojas no sólo retrata la realidad que él mismo conoció sino que despliega unas grandes dotes narrativas.

Juventud indígena

Este tema aparece principalmente en “La Tona” y “Los novios”; en el primero, una pareja que tiene a su primogénito con muchas dificultades en el parto necesita una tona con que bautizarlo. Es impresionante ver qué tan ciegamente alguien puede seguir sus tradiciones, al grado de ponerle “Bicicleta” a su hijo.

Muchas veces los jóvenes indígenas no están preparados ni física ni mentalmente para tener hijos, son demasiado niños cuando tienen hijos propios, aunque también es de notar la dicha que reciben a su descendencia. En su juventud, con todas sus carencias, son felices.

En el segundo relato resulta muy emotiva la forma en que se formaliza un matrimonio, la ilusión que tienen los novios al encontrar a su pareja de toda la vida, y aunque sea un poco extraña su forma de conocerse, el resultado es algo conmovedor. El joven listo para sentar cabeza con su corazón revoloteándole y la joven soñando en cómo será su marido.

Ingenuidad e inteligencia indígena

Primero, en la historia de “El cenzontle y la vereda”, es difícil imaginar que existan personas tan aisladas que no conozcan algo tan común en nuestro tiempo como un avión. Su ignorancia lleva a los indígenas a creer que es un pájaro come hombres.

Asimismo, es sorprendente darse cuenta de qué tan agresivas y peligrosas pueden ser las personas cuando tienen miedo, el cual despierta la peor parte del ser, transformándose en seres irracionales como en el relato de “Nuestra Señora de Nequeteje”, el cual francamente hace perder simpatía por los indígenas debido un comportamiento en extremo agresivo y cruel.

Contrariamente, en el relato “La cabra en dos patas” el indígena no sólo muestra su lado violento sino también su lucidez, perspicacia y picardía. Juá Shotá defiende a su hija con un razonamiento bastante sagaz que deja sin palabras al güero extranjero, porque si bien los indígenas son ignorantes, no son tontos. La sabiduría milenaria que guardan, pocas veces es valorada o vista como en El Diosero pero cuando sale a la luz es tan impresionante que hace repensar “la grandeza” de los logros de la ciencia moderna.

Abandono y miseria del indio mexicano.

Es muy fácil no interesarse por nadie, más cuando se lleva una vida placentera y llena de comodidades; uno no cree que pueda haber personas que sufran tanto en el mundo. No obstante, cuando se tiene contacto con la realidad de los menos afortunados –en este caso el pueblo indígena- los ojos parecen abrirse por primera vez.

En el relato “La parábola del joven tuerto” un joven indígena es ridiculizado porque sólo puede ver con un ojo; cualquiera que se encontrara en su lugar no podría menos que odiar su propia vida y maldecir su destino. Al pensar en una desgracia de tal magnitud, es difícil saber si uno mismo tendría la entereza para soportar una vida de tanta penuria.

La miseria del indígena no reside tan sólo en su falta de posesiones, sino en la disminución a su propia alma, pues la sociedad los ha aislado y espera que poco a poco mueran y desaparezcan de un mundo que parece no comprenderlos. Sin embargo, es evidente que ningún indígena desea la compasión de nadie, sin importar lo que sufra. Esta colección de relatos despierta un interés no sólo de ayudar al prójimo, sino de conocerlo mejor y en última instancia, de comprenderlo.


domingo, 11 de octubre de 2015

Vorágine [Narrativa] No. 4, septiembre-octubre 2015, Revista Completa

¡Puedes leer la entrega no. 4 de Vorágine [Narrativa] en el siguiente enlace!:

http://issuu.com/voraginenarrativa/docs/vor__gine__narrativa__no._4_septiem

Editorial - Vorágine [Narrativa] No. 4









Es cierto que la unión hace la fuerza, y en el
mundo de la narrativa no es diferente.
Normalmente, una obra se asocia con un nombre
que ostenta su autoría, sin embargo, detrás de toda
gran obra existe un grupo diverso de personas, sin
las cuales no sería posible cristalizar la meta.

En ese contexto, es fácil darse cuenta que un
director de cine no podría subsistir sin un guionista,
un productor, actores, camarógrafos, fotógrafos,
artistas gráficos, y un largo etcétera. De igual forma,
un escritor requiere la asesoría de expertos en
diversos campos, para dar realismo y lógica a su
trama. Estos dos ejemplos sirven para ilustrar la
importancia que tiene la colaboración en el universo
de la narrativa, y de la vida en general.

Vorágine [Narrativa] es un espacio de
expresión compuesto por personas cuyo
profesionalismo y apoyo mutuo se traduce en éxito.
Expertos en diferentes campos que se conjuntan
para consolidar este sueño. Dedicamos estas
palabras, simples pero sinceras, a todos y cada uno
de ellos.

Vorágine [Narrativa] No. 4

Portada de Vorágine [Narrativa] No. 4, septiembre-octubre 2015
"Colaboración", por Cristina Orozco Rico