miércoles, 24 de febrero de 2016

Aliens








Después del éxito que tuvo "Alien" en 1979 se antojaba casi imposible realizar una secuela de calidad que pudiera al menos hacer méritos con respecto al clásico de Ridley Scott, sobre todo en una época en que la sobreexplotación de franquicias cinematográficas provocó que las segundas partes de muy mala calidad fueran el pan de cada día. Este fue un fenómeno que se dio más que nada en series de terror, como "Hellraiser" y "Halloween", que teniendo una primera parte de gran éxito y calidad daban paso al lanzamiento de interminables secuelas de cada vez más bajo presupuesto y valores cinematográficos. Sin embargo, apareció la enorme figura de James Cameron para salvar a la saga Alien de sufrir el mismo destino que las antes mencionadas, con una secuela tan poderosa e innovadora, que no solo se equiparaba a la original de Ridley Scott sino que en muchos aspectos la superaba; esta secuela tuvo por nombre "Aliens", un título que simplemente describe a la perfección la esencia de su concepto.

El éxito que representó "The Terminator" permitió que 20th Century Fox le confiara la realización de "Aliens" a James Cameron, con un presupuesto de 18 MDD. Algunas diferencias con el crew inglés y en contratación de actores no impidieron que la cinta de 137 minutos de duración fuera filmada con un guión del mismo Cameron, en el cual los elementos de ciencia ficción permanecen como argumento clave; sin embargo, en un movimiento audaz, esta secuela se aleja del horror presentado en su predecesora a favor de una trama llena de trepidante acción en su más puro estilo, gracias a la infalible presencia de los marines espaciales, quienes tardíamente comenzaban a establecerse como elemento clásico del cine de ciencia ficción, después de que en los años cincuenta Robert Heinlein hiciera lo propio en la literatura con sus obras espaciales, sobre todo "Starship Troopers".

La historia nos transporta nuevamente con Ellen Ripley, quien después de escapar de la tragedia del Nostromo ha flotado por el espacio exterior en estado de híper-sueño durante cincuenta y siete años. Tras ser encontrada por una nave de "Weyland- Yutani", corporación para la cual trabajó durante su misión en LV-426, se le informa que en el planeta en cuestión se ha establecido una colonia, pero recientemente se ha perdido el contacto con ésta. Sospechando que se pueda deber a la presencia de la criatura descrita en el informe de Ripley, la compañía le ofrece reinstalarla en su puesto si acepta acompañar a una expedición militar en calidad de asesora. Aunque en primera instancia se niega rotundamente, pronto descubre que no podrá descansar hasta estar segura de que esta monstruosa raza alienígena ha sido exterminada, por lo que finalmente decide aceptar.

Acompañada por Carter Burke, representante de "Wayland-Yutani", el androide Bishop y un escuadrón de Marines espaciales fuertemente armados, la expedición arriba al planeta para descubrir que la colonia ha sido invadida por los aliens, cuya extrema peligrosidad pronto pone en claro que no estaban preparados para una fuerza tan hostil. Tras encontrar a la única sobreviviente de la colonia, una niña llamada Newt con quien Ripley se encariña porque le recuerda a su propia hija, la expedición queda imposibilitada para retirarse debido a la explosión de su nave de descarga terrestre. Además de esto, descubren que la estación de procesamiento de la colonia ha sido dañada, amenazando con producir una explosión nuclear. Entonces, la lucha por sobrevivir a la fuerza alienígena se convierte en una carrera contra el tiempo, en la que el esfuerzo heroico de Ripley y los marines nuevamente se ve confrontado con los intereses económicos de fuerzas más grandes.

En esta ocasión es Sigourney Weaver quien se roba el espectáculo con una interpretación magistral que incluso la hizo acreedora a una nominación al Oscar, en una época en que este tipo de cintas no eran consideradas más que para categorías técnicas. Y no se quedan atrás un par de actores consentidos en la filmografía de Cameron, Lance Henriksen, mejor conocido por su papel protagónico en la serie "Millenium", y Bill Paxton, quien brinda una actuación genialmente hilarante que le ayudaría a ver despegar su carrera en años posteriores.

Además de la actuación, hay que resaltar el galardonado trabajo de efectos especiales que se llevó a cabo (uno de los aspectos en que Cameron siempre ha sido pionero, tanto en su desarrollo como en su aplicación). A mediados de los ochenta, antes de la época del CGI y cuando el uso del ordenador aún era limitado, el mérito de realizar efectos especiales tan realistas era doble, pues todos estos tenían que hacerse físicamente, y en "Aliens" sólo basta ver la creación del Alien Reina para darse una idea de la dedicación que se le dio a la obra.

El éxito de esta secuela se debe en gran medida a que James Cameron se negó a realizar un copia de "Alien"; lo que era la amenaza oculta y acechante de una sola criatura, se convirtió en una confrontación frontal contra docenas de éstas, dándole un giro de 180 grados al género, para crear lo que hoy es el arquetipo de película de acción futurista. Pero más importante aún resulta ser el guión, estructurado por medio de buenos diálogos que no sólo desarrollan el carácter único de cada uno de los personajes sino que transmiten perfectamente el espíritu de la exploración y colonización espacial. Todo esto, aunado a un sentido del humor genial dio como resultado una obra que es simple y sencillamente perfecta.

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