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lunes, 26 de junio de 2017

Juan Ramón Sáenz

La voz de Juan Ramón Sáenz está imbuida en el imaginario colectivo, convertido en parte del folklor popular de México y otros países hermanos. Ese tono suave, amigable al oído, que es como escuchar a un viejo amigo que siempre está interesado en lo que tenemos que decir y escucha atentamente para ofrecer su opinión y retroalimentación. Claro, siempre y cuando le estemos contando una experiencia aterradora relacionada con lo paranormal.

Periodista y locutor consagrado, Juan Ramón Sáenz fue mejor conocido por su participación como conductor de la emisión radiofónica La Mano Peluda, que lo convirtió en una figura emblemática de la investigación sobrenatural y el fenómeno paranormal.

Las personas que hoy en día rondan los treinta años de edad son quienes mejor podrán recordar este programa de radio, que ganó notoriedad a finales de la década de los noventa, en la brecha del auge de la Internet y los medios digitales, una época más sencilla, quizá un poco ingenua, pero sin duda más misteriosa. La idea era simple pero genial. Los radioescuchas llamaban a la estación para contar experiencias sobrenaturales, cuentos de terror y suspenso que narraban con un factor clave: el narrador era una persona común y corriente, como cualquier otro radioescucha, como cualquier familiar nuestro, como nosotros mismos. Ese aspecto le daba a las historias una sensación verdaderamente genuina. No era obra de una exagerada fantasía hollywoodense, sino una experiencia sutil, inexplicable hasta para el mismo narrador. Juan Ramón Sáenz fungía como maestro de ceremonias en este teatro de lo macabro y con enorme pericia guiaba al narrador en turno para hacerlo describir los detalles más escalofriantes y tenebrosos que erizaba los cabellos a más de uno.


Probablemente habrás notado, amable lector, que nos referimos a Juan Ramón Sáenz en tiempo pasado. Sucede que Juan Ramón falleció de manera intempestiva y prematura contando con tan sólo cuarenta y ocho años de edad. Los partes médicos hablan de un padecimiento fulminante que acabó con su salud y su vida de la noche a la mañana; el escepticismo abunda ante esta versión.

Años atrás el programa radiofónico sufrió un cambio gradual al dejar de lado las sencillas narraciones consecutivas y transformarse en un show de sucesos paranormales en vivo. Personas siendo atacadas por fatuos espíritus en tiempo real, exorcismos ejecutados vía telefónica e investigaciones continuas para rastrear a personas desaparecidas se convirtieron en el contenido habitual del programa. Para ese entonces, Sáenz ya había destinado una considerable cantidad de tiempo y recursos en dichas investigaciones, pasando de ser un mero cronista a un auténtico detective del fenómeno paranormal.

En la actualidad, no son pocas las personas que especulan sobre el destino final del gran Juan Ramón Sáenz, quien tal vez se involucró demasiado profundamente con fuerzas poderosas… y peligrosas…


jueves, 6 de octubre de 2016

Los Tres Amigos del Cine Mexicano






La frase dice que nadie es profeta en su tierra y a México le queda como anillo al dedo, ya que no es poco
común que muchos mexicanos triunfen y gocen de reconocimiento en el extranjero, mientras que en su propio país no se les conoce, o peor aún, se les critique.

Alfonso Cuarón, Guillermo Del Toro y Alejandro González Iñarritu son conocidos como “Los Tres Amigos”, pues son tres directores mexicanos de la misma generación que con sus películas han cambiado el rostro del cine de Hollywood. Estos emprendedores han mantenido un contacto cercano entre ellos que nació por la nacionalidad que comparten y su vocación por el cine. Con orgullo hablan constantemente de su hermandad y colaboran creativamente en sus proyectos brindándose apoyo creativo. Ese espíritu de colaboración, junto con su innegable talento, ha sido el aspecto clave en el éxito de estos artistas mexicanos.

Aunque los tres habían ya alcanzado un buen nivel de reconocimiento internacional para ese entonces, en el año 2006 el mundo vislumbró un punto álgido en la revolución de Los Tres Amigos con las películas Babel, El Laberinto del Fauno y Los Hijos del Hombre, de Iñarritu, Del Toro y Cuarón respectivamente. Desde entonces, parecen estar en una magnifica competencia entre ellos mismos, donde no se cansan de superarse con grades filmes como Pacific Rim (Del Toro), Gravity (Cuarón) y Birdman (González Iñarritu).

También han sabido mantener su identidad nacional y estar en contacto con el cine mexicano, apoyando a otras producciones mexicanas y directores como Carlos Reygadas y Fernando Eimbcke. La pregunta es: ¿por qué estos tres reconocidos directores mexicanos no están haciendo cine en México? La respuesta reside en entender que la industria del cine mexicano les queda chica. Si bien nuestro cine está viviendo un proceso de transición, la oportunidad de mercado y los presupuestos son insuficientes para proyectos de la envergadura que estos artistas ambicionan, por lo que el paso al cine estadounidense y europeo era natural.

Hay que aprender de ellos, el talento existe en México y aunque en su propia tierra no sean tan reconocidos no cabe duda que cuando un mexicano sale a competir al extranjero, el nombre de su país está muy bien representado.

jueves, 10 de marzo de 2016

Orson Scott Card

Por Samir Zapot

Orson Scott Card es uno de los autores con una producción literaria vasta que se ha diversificado en los aspectos más disímbolos, desde la ciencia ficción, pasando por historias de fantasía, así como poesía e incluso participó en la serie del comic Ultimate Ironman.

Como puede verse, es difícil encontrar un común denominador para explicar el talante de su obra, pero sí es posible atisbar que el sello que distingue cada una de sus historias es la reflexión en torno a las consecuencias que nos llevan a actuar de determinadas maneras en situaciones que desafían los límites y ponen a prueba las relaciones que establecemos con otras personas y el propio entorno.

El gran acierto de este escritor nacido en 1951 en Washington, consiste en la forma en que plantea problemas éticos y morales que ahora mismo tienen vigencia y son motivo de debate público. La convivencia entre especies como plantea en la Saga de Ender (1985-2012), la intolerancia religiosa y la segregación racial que desarrolla en la Saga de Alvin Maker (1987-2004, aún no concluye), o los efectos de la marginación de las personas consideradas inútiles por no responder a las expectativas sociales en la Saga Mithermages (2011-2015).

Scott Card tiene una formación marcada por la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días, conocida coloquialmente como religión mormona. Así lo demuestran las universidades a las que asistió Brigham Young y Utah University. Utah es el estado de la unión americana donde se concentra una gran población de mormones en Estados Unidos. Por eso no sorprende que de 1992 a 1995 se haya dado a la tarea de escribir la “Saga del Retorno”, que es una adaptación a ciencia ficción de los textos contenidos en “El Libro del Mormón”, que forma parte de los cuatro libros que la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días considera sagrados.

Comenzar la lectura de cualquier título que haya escrito Orson Scott Card no sólo nos llevará a soñar con el futuro a través de la narración de los implementos tecnológicos que nos muestra, lo más importante será la experiencia que nos lleve a enfrentarnos con nosotros mismo y a poner en duda las convicciones que nos parecen correctas o adecuadas.

Su capacidad para contar estas historias y analizar conflictos contrasta con su fanatismo en contra de los matrimonios conformados por personas del mismo sexo, que lo ha llevado a militar en la National Organization for Marriage desde 2009. Esta organización se dedica a impedir la aprobación de leyes que legalicen el matrimonio gay. Pero, como afirma Ender Wiggin “Así somos los humanos”.

martes, 15 de diciembre de 2015

Christopher Lee

Cualquiera que ose llamarse conocedor del horror y la sci-fi, sin lugar a dudas debe conocer al eterno Christopher Lee.

En la pantalla de plata, Lee dio vida a geniales personajes, el más destacado sin duda es el del vampiro supremo, Drácula, interpretándolo en más de diez producciones de Hammer Films y al cual dotó de un elemento de sensualidad que lo convertiría en un icónico seductor de doncellas. Otro de sus personajes clásicos es el villano Francisco Scaramanga, quien se enfrentaría a James Bond en The Men With The Golden Gun; a inicios del nuevo mileno, Lee vería un resurgimiento en el mainstream con dos personajes de las mayores saga épicas de la cultura pop, el mago Saruman the White de la trilogía The Lord of The Rings y el Lord Sith Count Dooku de las precuelas de Star Wars.

En total, Lee participó en más de 200 filmes, lo cual llegó incluso a colocarlo en los libros de récords. Entre su gran filmografía destaca una obra maestra llamada The Wiker Man, película británica que es considerada una de las mejores de todos los tiempos y en la que Lee personificó a Lord Summerisle, líder de una peligrosa secta.

Se pueden hablar muchas cosas más de la prospera carrera cinematográfica de Christopher Lee, sin embargo, la vida del hombre es igualmente interesante. Nacido en Londres en el año 1922, se dice que su linaje desciende directamente desde el emperador Carlomagno. Estuvo relacionado con enormes figuras como Peter Cushing, Vincent Price y su primo político, Sir Ian Fleming. Aun joven, Lee se enrolaría en el Servicio de Inteligencia de las fuerzas armadas británicas y serviría activamente durante la Segunda Guerra Mundial. Si bien Christopher Lee fue muy discreto respecto a este periodo de su vida, podemos hacernos una idea con la anécdota contada por Peter Jackson en la que explica que Christopher Lee corrigió a un actor que hacía sonidos que no correspondían fielmente a los de un hombre al ser asesinado.

A avanzada edad Lee fue nombrado Caballero por el Príncipe Carlos, un honor más que merecido para un hombre cuya vida fue tan notable como la de cualquiera de sus personajes.


lunes, 26 de octubre de 2015

Toshiro Mifune

Por Javier Leyva

Un actor que simplemente era incapaz de errar en su interpretación, principalmente por ser pionero en la actuación de método; sin embargo, su personalidad magnética, semblante hipnótico y poderosa presencia serian las cualidades que lo catapultarían al éxito total en el medio y el estatus de icono que hoy en día es su leyenda.

Su incursión en la actuación, en una industria que recién comenzaba a existir en su país oriental, parece deberse más a una obra de la casualidad que a una búsqueda activa; Mifune parece haber tropezado con la actuación; sin embargo, en este mundo hay personas que nacieron para hacer algo en específico, prodigios destinados a convertirse en el mejor en lo que hacen; Mifune fue uno de ellos y de un modo u otro habríamos gozado de su arte histriónica.

Ser un actor de método le permitió desarrollar un rango actoral de considerable envergadura, pudiendo encarnar con igual efectividad desde el ser más ridículo y patético, hasta el más solemne e imponente señor. De especial relevancia para nosotros los mexicanos es su interpretación del indio oaxaqueño Animas Trujano, un personaje al cual imprime pasión y empeño, un personaje que superficialmente es un pobre diablo condenado al olvido, pero que en realidad tenía una dimensión profunda y llena de tristeza. Sobra decir que su actuación es magistral, pero lo relevante es la seriedad y respeto con que alude a un representativo de la mexicanidad.

Mifune y Kurosawa deben decirse en una misma oración. Se necesitaban y se complementaban. Juntos fueron la tormenta perfecta para lograr uno de los mayores legados del séptimo arte. Tuvieron dieciséis colaboraciones en su haber, y aunque debemos reconocer que en lo individual ambos alcanzaron momentos destacados como artistas, es sólo juntos cuando explotan el máximo potencial de sus respectivas cualidades. Su amistad fue profunda y su estrepitoso rompimiento fue sin duda doloroso para ambos. Sólo treinta años después, muy cerca del final, volverían a encontrarse para fundirse en un abrazo fraternal entre lágrimas de reconciliación. De Toshiro Mifune, Akira Kurosawa referiría: “no me enorgullece otra cosa más que lo hecho con él”.

La segunda etapa de Mifune lo vería triunfar con brillo propio en occidente, con exitosas películas filmadas en Estados Unidos y en especial con su interpretación de Lord Taranaga en la seríe de televisión “Shogun”, la cual, paradójicamente, fue alabada en el país norteamericano pero repudiada en su natal Japón.

Parece solamente adecuado que Toshiro Mifune haya establecido los paradigmas populares del samurái en su juventud y el señor feudal en su madurez.

miércoles, 12 de agosto de 2015

Vertov y el Cine-Ojo


Por Patricia Munguía 


Denis Arkad’evic Kaufman (1896-1954), mejor conocido por su seudónimo ‘Dziga Vertov’, es uno de los pilares del género documental y referencia obligada para los estudiosos de este género. Su aportación comienza a forjarse en el año de 1916, en su “laboratorio del oído”, experimento que consta de armar montajes de fonogramas y palabras que él mismo denominó “música de ruidos”, con ello, Vertov inicia la exploración sobre las posibilidades del montaje, elemento indispensable de su obra. En 1918 se incorpora a la redacción y edición de los primeros noticiarios soviéticos llamados kino nediela y es ahí donde comienza a percatarse del uso que puede darse a los recursos cinematográficos.

La cámara cinematográfica era para Dziga Vertov el personaje principal de toda su teoría, pues la consideraba como un ojo fílmico capaz de captar lo que para el ojo humano era imposible, aunque también las cámaras de aquella época tenían sus inconvenientes con respecto a esta idea debido a sus enormes dimensiones. No obstante, la cámara mostraba el mundo de forma singular y eso lo fascinaba, hecho que impulsó el desarrollo de su teoría, en 1922, sobre el kino-glaz (Cine-ojo), en donde, junto con su hermano Mijail Kaufman y otros cineastas o kinoks, postula un rechazo absoluto por las estructuras ficcionales utilizadas en el cine tradicional, es decir, la escenografía, la iluminación artificial y el uso de actores, para dar paso a una nueva expresión cinematográfica en donde la cotidianeidad sería la protagonista en la pantalla.

El Cine-ojo debía “usar la cámara como un ojo fílmico más perfecto que el ojo humano para explorar el caos de los fenómenos visuales que llenan el universo”, con ello Vertov y su equipo captaban “la vida de improviso” y se planteaban los principios del cine documental. Mas no se limitaba a recoger las imágenes tomadas de la realidad, sino que debía colocar cada una de las partes en un rompecabezas que mostrara lo que para ellos significaba una verdad completa y no una sesgada, para ello se requería de un largo proceso de montaje, el cual no pretendía ser lineal ni cronológico, sino que se establecían relaciones entre las diversas situaciones filmadas, así, las imágenes yuxtapuestas eran el hilo conductor de sus narraciones y era la composición total de sus partes las que daban vida a la obra y no sólo unos cuantos elementos.

Sus obras más representativas son Celovek’s Kinoapparatom (El Hombre de la Cámara, 1929), en la que la ciudad y la lente cinematográfica son protagonistas de esta sinfonía fílmica; Entuziazm (Entusiasmo, 1930) que es su primer cinta sonora; Tri pesni o Lenin (Tres cantos sobre Lenin, 1934) y su serie de 23 noticiarios Kino-pravda (Cine verdad, 1922-1925).

La aportación más importante de este cineasta soviético fue la experimentación a la que sometió la estructura convencional del lenguaje cinematográfico pues de esta forma logró dotarlo por completo de una nueva intención y nuevos enfoques, obteniendo resultados innovadores no sólo en la manufactura del material visual sino en la percepción del espectador. Dziga Vertov fue incomprendido en diversas ocasiones, sin embargo, su obra trató de responder a las necesidades de su época y su aportación es fundamental para comprender el cine soviético y conocer las bases del género documental.


martes, 23 de junio de 2015

Stanislaw Lem

EL HOMBRE QUE HALLÓ LA LIBERTAD MÁS ALLÁ DE LA TIERRA.

Por Samir Zapot

La obra literaria de Stanislaw Lem es de tal complejidad que bien puede resumirse a cabalidad mediante el clásico relato del héroe mítico, quien va superando las dificultades que en ocasiones parecen insalvables, pero gracias a su habilidad y capacidad para aprehender las herramientas que el destino va poniendo a su disposición consigue superar las pruebas para trascender su condición humana y llegar a instancias que le permitan constituirse en una auténtica deidad.

El escritor nació en 1928, en la entonces polaca ciudad de Leópolis, la cual, por azares de la voracidad geopolítica de alemanes y soviéticos, terminó en 1939 como parte del territorio de Ucrania. Durante la Segunda Guerra Mundial la ciudad también sería trágicamente célebre por albergar un gueto judío en el que murieron más de 200,000 mil personas y exterminaron de Leópolis a la comunidad con raíces hebreas.

Precisamente es en este periodo cuando la existencia de Lem da un vertiginoso giro y abandona sus estudios en medicina para dedicarse a los oficios de mecánico y soldador. En esta etapa se gana la fama de saboteador de vehículos nazis y al término de la guerra, el católico con familia de ascendencia judía se traslada a Cracovia para concluir su formación de galeno y optar por la psicología. Además, comenzará a atender la llamada de las musas para iniciar su periplo en el universo literario.

En los albores de su camino iniciático, escribirá bajo el yugo de la censura comunista distintas novelas, la mayoría de ellas utópicas, que pueden librar la guardia sempiterna de los sensores encargados de preservar al imperio socialista del mínimo reducto de una idea sobre el capitalismo. Como ejemplos tenemos la publicación en 1951 de su primera novela Los Astronautas, así como Nebulosa de Andrómeda (1955) y Diarios de las Estrellas (1957); todas ellas alejadas de su primer novela "El hospital de la transfiguración", texto de corte realista que no vería la luz de la imprenta hasta 1955.

Todas estas novelas constituyen su faceta "humana" en su obra literaria, pues aún no logra desprenderse de la mundanidad de la política y sus regímenes, requisito necesario para acceder al Olimpo de la literatura. La evidencia de la transición entre estos estadios son evidentes en dos novelas: Edén (1959), marca un cambio en su forma de escribir y se convierte en la punta de lanza que marcará su estilo, debido fundamentalmente a que su narrativa ya no sólo se decantará por las críticas hacia los sistemas autoritarios y finalmente llegará al encumbramiento con Solaris (1961).

A partir de Solaris quedará patente en cada texto la introducción de factores psicológicos en los personajes, a manera de recordatorio de que la intangible alma, así como la poco comprendida mente también interactúan con el mundo físico. Este hecho nos prepara para la reflexión sobre el concepto de lo humano frente a las imbricaciones que traen doctrinas como la cibernética, que avanza cada día amenazando con hacer realidad nuestras elucubraciones más sórdidas cuando le sumamos las expectativas puestas en la robótica.

Cracovia fue la última morada de la existencia física de Stanislaw Lem. En 2006 su corazón fue abatido por una enfermedad coronaria. Sin embargo, Fábulas de Robots (1964), La voz de su amo (1968), Congreso de futurología (1971), Fiasco (1986), así como los demás relatos continúan con nosotros como los testigos que niegan que su existencia haya sido en vano.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Stephen King

“La única razón por la que una persona escribe una historia, 
es porque a través de ella puede entender el pasado y prepararse para su muerte...”

Por Angélica Cerna

Stephen Edwin King nació en Portland, Maine el 21 de Septiembre de 1947, fue el segundo hijo de la pareja integrada por Donald King y Nellie Ruth Pillsbury, quienes se separaron cuando Stephen tenía tan sólo dos años; Él y su hermano mayor David, adoptado en 1945, vivieron al lado de su madre en Fort Wayne (Indiana) y Stratford (Connecticut); finalmente, cuando Stephen tenía 12 años, se mudaron a Durham, pueblo natal de Ruth. A pesar de las carencias económicas que padecía en aquel entonces, Stephen terminó sus estudios en las instituciones Durham Elementary School y Lisbon Falls High School, tras lo cual se inscribió en la Universidad de Maine, terminando sus estudios en Lengua y Literatura Inglesa en 1970. Al concluir los mismos, conjugó a la enseñanza de Literatura con la escritura de relatos breves.
Comenzó a escribir desde los siete años, pero fue a los trece cuando encontró su vocación como escritor de novelas de terror, esto durante una visita a casa de su tía, donde encontró en el desván una serie de novelas de terror y misterio, entre ellas, una recopilación de H. P. Lovecraft. Su primer relato publicado fue incluido en la revista Comics Review de Mike Garrett en 1965, cuando Stephen tenía 18 años. El título original era “I was a Teenage Grave Robber”, pero fue cambiado por el editor a “In a Half-World of Terror”.
En el año de 1971 se casó con  Tabitha Spruce (Escritora), quien sería, según el mismo Stephen en su libro “On Writing” (2000), quien rescató el manuscrito de “Carrie” (1973) de la basura donde él lo había puesto, al pensar que no se trataba de una buena obra. Tuvieron 3 hijos: Naomi, Joe y Owen, siendo los dos últimos quienes siguieran los pasos de sus padres al convertirse en escritores.
Uno de los momentos que ha marcado las obras de Stephen King fue el accidente que sufrió el 19 de Junio de 1999, al ser atropellado por un conductor que era distraído por su perro que iba en el asiento trasero; este hecho fue mencionado en diversas obras con lujo de detalle y consecuencias para los personajes.


Ante la aceptación de su primera obra, “Carrie” (1973) adaptada al cine en 1975, Stephen ha escrito diversas novelas; es conocido como uno de los escritores más prolijos, siendo así que para este año (2015) ya se tiene anunciada la novela “Finders Keepers”; Hasta ahora, su obra literaria: 


En 1982 comenzó con la serie de “The Dark Tower” basada en el poema “Childe Roland to the Dark Tower Came” de Robert Browning y que cuenta con 8 tomos, dentro de los cuales se puede encontrar referencias de sus otros libros, como personajes, sucesos, lugares o el origen de algunos monstruos o seres.
Su trabajo no ha sido sólo novelas, ya que cuenta con 9 colecciones: Night Shift (1978), Different Seasons (1982), Skeleton Crew (1985), Four Past Midnight (1990), Nightmares & Dreamscapes (1993), Six Stories (1997), Everything´s eventual: 14 Dark Tales (2003), Just After Sunset (2008), Full Dark, No Stars (2010);
Ha realizado 6 guiones: Creepshow (1982), Cat's Eye (1985), Silver Bullet (1985), Maximum Overdrive (1986), Sleepwalkers (1992), Storm of the century (1999);
También ha escrito 4 libros de “No ficción” entre los cuales ha descrito parte de su biografía y la forma en la que se sumergió en el mundo de las novelas de terror: Danse Macabre (1981), Nightmares in the Sky: Gargoyles and Grotesques (1988), On Writing (2000) y Faithful: Two Diehard Boston Red Sox Fans Chronicle the Historic 2004 Season (2005).