Por Samir Zapot
Orson Scott Card es uno de los autores con una producción literaria vasta que se ha diversificado en los aspectos más disímbolos, desde la ciencia ficción, pasando por historias de fantasía, así como poesía e incluso participó en la serie del comic Ultimate Ironman.
Como puede verse, es difícil encontrar un común denominador para explicar el talante de su obra, pero sí es posible atisbar que el sello que distingue cada una de sus historias es la reflexión en torno a las consecuencias que nos llevan a actuar de determinadas maneras en situaciones que desafían los límites y ponen a prueba las relaciones que establecemos con otras personas y el propio entorno.
El gran acierto de este escritor nacido en 1951 en Washington, consiste en la forma en que plantea problemas éticos y morales que ahora mismo tienen vigencia y son motivo de debate público. La convivencia entre especies como plantea en la Saga de Ender (1985-2012), la intolerancia religiosa y la segregación racial que desarrolla en la Saga de Alvin Maker (1987-2004, aún no concluye), o los efectos de la marginación de las personas consideradas inútiles por no responder a las expectativas sociales en la Saga Mithermages (2011-2015).
Comenzar la lectura de cualquier título que haya escrito Orson Scott Card no sólo nos llevará a soñar con el futuro a través de la narración de los implementos tecnológicos que nos muestra, lo más importante será la experiencia que nos lleve a enfrentarnos con nosotros mismo y a poner en duda las convicciones que nos parecen correctas o adecuadas.
Su capacidad para contar estas historias y analizar conflictos contrasta con su fanatismo en contra de los matrimonios conformados por personas del mismo sexo, que lo ha llevado a militar en la National Organization for Marriage desde 2009. Esta organización se dedica a impedir la aprobación de leyes que legalicen el matrimonio gay. Pero, como afirma Ender Wiggin “Así somos los humanos”.
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