jueves, 9 de abril de 2015

SOY UN CYBORG


Soy un Cyborg
(I'm a cyborg but that's ok)
Director: Park Chan Wook (2006)



Por Patricia Munguía

¿Cuál es el propósito de la vida (de mi vida)? Las máquinas tienen una utilidad específica, fueron construidas para desempeñar una función y por ello la vida de ninguna máquina es inútil; bajo esta premisa Park Chan Wook dilucida la eterna duda de la existencia humana y nos muestra, a través de una peculiar perspectiva, el tormento del que la mente humana es capaz si no encuentra una razón para vivir. El ser humano es tan complejo que no le basta el simple hecho de existir sino que le es imprescindible tener un motivo, un incentivo que le permita despertar cada nuevo día, pero el camino para encontrarlo puede llevarse la vida misma.

La historia se desarrolla dentro de un sanatorio mental en donde la protagonista Cha Young-goon, interpretada por la actriz Lim Soo-jung, acepta con estoicismo su realidad como cyborg y, al igual que toda máquina, ella desea llevar a cabo su misión, pero es entonces cuando el problema comienza, pues no sabe para qué fue construida y así emprende la búsqueda de su razón de existir, que, aunque un poco diferente a la del resto de nosotros, conlleva el conocimiento de los miedos, frustraciones y dudas más cotidianas que sin embargo son capaces de arrastrarnos a un abismo de incertidumbre, ansiedad y tristeza. Congruente con la idea de saberse una máquina, necesita recargarse de energía eléctrica para seguir funcionando, paradójicamente el voltaje más alto lo obtiene mediante el amor, una forma de energía totalmente humana e inaccesible a cualquier tipo de máquina.

El escenario de esta historia también nos presenta a otros personajes entrañables y simpáticos con los que de alguna forma u otra nos hemos encontrado alguna vez y en los que secretamente encontraremos algunas similitudes con nuestra propia personalidad. Uno de ellos, Park Il-soon,  al cual da vida el actor Jung Ji-hoon, posee además un don inigualable que le permite transferir hacia él mismo cualquier emoción, sentimiento o personalidad de cualquiera que desee abandonarse a sí mismo por un tiempo y descansar de su agobiante existencia; mediante la confección de una simple máscara libera al donador de todos sus males y le ofrece la posibilidad de vivir la dicha de no lidiar más con su propia vida. ¿Y quién no quisiera a veces quitarse de encima las preocupaciones, los miedos y angustias que nos persiguen?

Ser un cyborg o cualquier otro tipo de ser está bien, pues aceptar ser lo que somos es el primer paso para encontrarnos a nosotros mismos y así saber cuál es el propósito de nuestra existencia en este mundo.

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