puede oír tu gritos..."
Ridley Scott (1979)
Por Javier Leyva
La trama nos lleva a la nave "Nostromo" que se encuentra recorriendo el espacio exterior en su camino de vuelta a la tierra tras completar un viaje con propósitos comerciales patrocinado por "la corporación". Pronto, la nave y su tripulación de siete pasajeros reciben una transmisión de origen desconocido proveniente de un planeta cercano, por lo que según las órdenes contenidas en la computadora de navegación "Madre" proceden a investigar su fuente aterrizando en el planeta. Tras entrar en contacto con una nave extraterrestre y sufrir un ataque inesperado regresan a la "Nostromo" para emprender su curso nuevamente, sin saber que dentro de la colosal nave ya se oculta un misterioso octavo pasajero.
Según avanza la trama se desvelan de forma sutil los propósitos y motivaciones de varios de los tripulantes, así como de "la corporación" y la misma computadora "Madre", los cuales juegan un papel importante en los sucesos acontecidos en la "Nostromo", que están lejos de ser circunstanciales. Todo esto sucede bajo la presencia permanente de una criatura que acecha entre las sombras y simboliza el terror indescriptible que impera en el ambiente etéreo del espacio exterior.
La película avanza con un timing impecable, con una primera parte que transcurre lentamente pero manteniendo el interés del espectador por medio de diálogos construidos de manera que establezcan el contexto de la misión espacial, así como la personalidad de cada uno de los tripulantes de la nave creados con un buen tacto para mostrarlos verosímiles, pues la presencia de cada uno es justificada y realista. Tras establecer contacto con la criatura extraterrestre, la película se mueve a una velocidad vertiginosa adentrándose de lleno en el género del horror, donde cada uno de los personajes es cazado de forma despiadada y escalofriante. Uno de los aspectos más interesantes es que ninguno de los personajes se establece de manera absoluta como el protagonista (resaltando la importancia superior del octavo pasajero), hasta los últimos 15 minutos en que nos damos cuenta de que Ripley, interpretada por Sigourney Weaver, es la única con la capacidad mental suficiente para enfrentar a la criatura.
Cabe destacar que esta es una de las primeras películas en las que tanto la nave "Nostromo" como sus tripulantes se nos presentan con una apariencia sucia y desgastada, contrario a los modelos clásicos de la ciencia ficción futurista donde todo parece ser nuevo y pulido, lo cual, además de brindar un mayor realismo, nos muestra que aunque la tecnología avanza, los hombres pueden permanecer de la misma manera.
Mención especial merece la criatura que aterroriza a los personajes, el "Alien", el cual ha entrado en el imaginario colectivo como una de las bestias más perturbadoras del cine de horror, convirtiéndose en la imagen por excelencia del ser extraterrestre. Una de las decisiones más acertadas de Scott fue mantener a la criatura fuera de cuadro en la mayor parte de las escenas y nunca dejarle aparecer de cuerpo completo, logrando con esto mostrar una faceta más amenazadora, una presencia permanente pero incierta, parecida al trabajo que hiciera Steven Spielberg en "Tiburón".
En resumidas cuentas, estamos ante una obra extraordinaria dentro del séptimo arte, ejecutada perfectamente sin fallar en ninguna de sus propuestas, y que corre con suerte incluso en su traducción al castellano, con la adición de "El Octavo Pasajero" al título original, una de las más acertadas y originales que se han hecho hasta la fecha. Sin ser una película pretenciosa se levanta por méritos propios dentro del ramo más duro de la Ciencia Ficción para mostrarnos que se puede tener un alto nivel de acción y suspenso así como un contenido psicológico profundo. Por esto y más, recomiendo ampliamente ver esta obra maestra y observar a detalle su gran calidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario